El cuidado podal ha sido una parte esencial durante miles de años. En varias civilizaciones antiguas rituales alrededor del cuidado de los pies han tenido una posición predominante. Por ejemplo, el lavado de los pies antes de un viaje o antes de rezar han sido ritos que todavía hoy se practican. Al fin y al cabo, los pies han sido el principal medio de transporte durante mucho tiempo por lo que su correcto cuidad era un factor clave para poder seguir con cualquier actividad.
Actualmente, la situación ha cambiado dramáticamente y el cuidado de los pies no tiene el mismo significado simbólico. Esto no cambia que tus pies son una parte especial de tu cuerpo y que ellos requieren un cuidado especial. La razón es bien simple, sin ellos tu movilidad se reduce dramáticamente. Aún así, solemos olvidarnos de incluirlos en nuestras rutinas y cuidados diarios.
Este estado de olvido suele acabar en cuanto vemos que el verano, y con el las sandalias, están a punto de regresar. En este mismo momento nos acordamos de nuestros pies. En este artículo, compartiré algunas rutinas sencillas que puedes añadir a tu cuidado diario para tener tus pies siempre perfectos.
Estos consejos están orientados al cuidado básico de tus pies, incluyendo la correcta hidratación de los mismos así como algunas consideraciones cuando estés en lugares públicos.
Cuidado diario
El primer y más importante consejo es mantener tus pies limpios y propiamente hidratados.
Mi recomendación personal es incluir en tu rutina de cada día el hábito de lavar tus pies con jabón y agua templada antes de acostarte. Si la mañana es mejor para ti, hazlo así. Dedícale un par de minutos cada vez que laves tus pies sin olvidar los huecos entre los dedos. Si alguna suciedad es visible bajo tu uñas, elimínala utilizando palitos de naranjo.
Después del lavado, seca tus pies adecuadamente y aplica una crema hidratante antes de ir a dormir. En situaciones normales es recomendable mantener tus pies secos. Los hongos crecen con la humedad. Esto está en relación con los excesos de crema hidratante que puedan quedar en tus pies, especialmente entre los dedos.
En lugares públicos
En lugares públicos como el gimnasio o la piscina nuca vayas descalzo/a. Lo último que quieres son los hongos de otra persona en tus pies. En lugares donde muchas personas comparten el mismo lugar, incluso en los lugares limpios, puedes llevarte una sorpresa desagradable. Una chanclas de plástico sencillas son la mejor opción.
Los consejos descritos en este artículo son las reglas básica para evitar la mayoría de los problemas. No nos cuenta mucho pero su efectividad es considerable.
Si crees que necesitas algún consejo adicional or querrías mimar tus pies un poco, no dudes en contactar conmigo.
Iwona Urbanska
SimplyBeauty